Vuelvo al blog, tras una parada más larga de lo habitual, y lo hago con un tejido que me encanta, con el que podemos crear múltiples outfits de corte preppy o urbano, y siempre con estilo. Hablamos del denim, un básico básico de armario con estilo.
Otoño: Príncipe de Gales y pata de gallo
¡Hola, hola! ¡He vuelto!
La parada técnica (verano) para recargar pilas se ha prolongado más de la cuenta. Mi vuelta a la normalidad fue un no parar: reuniones, preparación de nuevas propuestas (en mi agencia), eventos… Además, me planteé seriamente dejar el blog. Ofrecer un buen trabajo en él requiere tiempo, ideas, preparación de contenidos… Y vivimos en una época en la que parece que se le da más importancia a un perfil con muchos seguidores, aunque no comunique bien y escriba «haber si nos vemos», «asín», «e hestado» o «fui a berte» (todos casos muy, muy reales).
Pero aquí estoy, dispuesto a seguir y a ofrecer nuevos reportajes. Para ‘reestrenarme’, y ya que vino el frío de golpe, os traigo algunas tendencias para vosotros. Y es que el otoño se presenta estampado: Príncipe de Gales y pata de gallo.
Os estoy esperando… Sí, sí, esos tejidos que «eran de abuelos» o «de rancios y antiguos»… Si hubiera contado en estos años (y cobrado) cada vez que he oído algo así, ahora estaría en las Maldivas… No hay que confundir clásico con antiguo. Son tejidos con una larga trayectoria en la historia del armario masculino, y ya hemos visto que, antes o después, todo vuelve.
Nacieron a finales de siglo XIX, pero se convirtieron en indispensables de los «gentleman» a partir de la segunda-tercera década del XX. Luego saltarían también al vestuario de ellas. Se pensaron para formar parte de uniformes de trabajo o de ropa deportiva (golf), pero poco a poco pasaron a ser empleados en trajes, americanas y abrigos.
Ahora, los tenemos en camisas, jerseys, camisetas, cazadoras, chalecos, calzado (deportivas, por ejemplo) y otros complementos (mochilas, pañuelos, bufandas…) y a prendas de gala (esmoquin y chaqué).
Opciones
Si sois amantes de la sastrería, un traje de dos o tres piezas quedará impecable, pero si habitualmente apostáis por looks más deportivos, igual vuestra opción es un abrigo: con un total look denim; con pantalón cargo (verde militar o caqui), sudadera y zapatillas… quedará más que genial. Además, si tenéis que acudir a alguna reunión de trabajo o evento más formal, os servirá sobre una americana.
Otra opción es apostar por una blazer o una americana (para looks deportivos o no); por una americana y chaleco del mismo estampado (podremos usarlos juntos o por separado); o, simplemente, por un pantalón en alguno de estos tejidos. Con jersey de cuello alto y botines de piel quedará un outfit con mucho estilo, igual que con zapatillas blancas, camiseta básica y cazadora vaquera.
La cuestión es probar. Siempre lo digo: antes de comprar, pensad qué tenéis en el armario y cómo lo podréis combinar, para, a partir de ahí, crear distintos looks y experimentar. ¡Animaos!
¡Hasta pronto!
Lino: 10 motivos por los que elegirlo en verano
Venerado en el antiguo Egipto, cultivado desde hace más de 5.000 años en puntos como India… Hablo del lino, un tejido estrella en colecciones estivales de hombre y mujer. Los cool hunter lo han aupado más aún en 2018. Cuentan que no hay verano sin beso. Yo añado que no lo hay sin él y que hay hasta 10 motivos para elegir lino en verano.
Sí, ya sé qué viene ahora: «Es un tejido que se arruga con solo mirarlo». Es verdad, pero hay más puntos positivos que negativos para decantarse por él en nuestros outfits veraniegos. Ellas lo saben. Más allá de la blusa blanca, lo han convertido en vestido (maxi o corto), cazadora, short, chaqueta… Y en 2018, en pantalón de talle-cintura alto (un must have, un ‘hay que tenerlo’).
¿Y nosotros? La camisa de cuello mao (blanca, espectacular, pero en azul marino, celeste, verde, verde caqui… igual o más) es todo un clásico, pero también puede ser en forma de traje claro, pantalón, bermudas… o guayabera o cubana, que han vuelto con mucha fuerza.
Es 100% natural, lo que significa que ayuda a regular fácilmente la temperatura corporal. De esta manera, una prenda de lino es muy buena opción en verano, pero también lo es durante el invierno: una camisa puede ayudar a mantener el calor con temperaturas más bajas.
Los expertos destacan su importante papel a la hora de ayudar a mejorar la circulación, aparte de su gran poder absorbente. Y tampoco olvidan destacar que es transpirable.
Resistente
En cuanto al tema limpieza, solo hay que leer con atención las etiquetas y seguir los consejos de los fabricantes para mantener las prendas en buen estado (como en cualquier otro caso). De secado rápido, es un tejido mucho más resistente de lo que parece a simple vista, por encima del algodón.
El lino es elegante, tiene estilo y, sobre todo, es muy versátil. Una camisa de lo más sencilla va bien con vaqueros rotos, sandalias o zapatillas; con traje oscuro o traje claro; con chino de color y mocasines; con pantalón blanco y chaleco… Puede urbano, a la vez que étnico; preppy, a la vez sport… Solo hay que tener imaginación para sacarle el máximo provecho.
Fotos: Pinterest