Look.

10 outfits perfectos para otoño, que no pasan de moda (Ellas)

¡Hola, hola!

¿Frío, verdad? Podréis quejaros, pero ¡ya era hora! Y lo dice uno que es fan de primavera y verano, pero lo que teníamos no era normal. No podemos estar denunciando y concienciando contra el cambio climático, y a la vez desear verano eterno. Como siempre trato de ser ecuánime, hoy os toca a vosotras, así que vamos con 10 outfits perfectos para otoño, que no pasan de moda (ellas) y que vienen a sumar a las propuestas de mi anterior post (ellos).

 

Abrigo. Negro, azul marino, gris, camel, burdeos, rojo y verde son perfectos para combinar con jeans-chinos, pantalón de cintura alta…, bolso y stilettos. Pero si queremos algo más especial, apostad por uno estampado: cuadro ventana, pata de gallo…

Aviador. La cazadora tipo aviador, con borreguito, arrasa en redes sociales, pues queda bastante bien con jeans, jersey de cuello alto-sudadera-blusa, fular-bufanda, bolso grande y botines para diario; pero también con top y minifalda-falda lápiz-tablas-culottes y stilettos; o vestido y botines o botas altas.

Cárdigan. Los de punto grueso, con caída, pueden servir de abrigo, así que apostad por uno de color. Con vaqueros, zapatillas y bolso acolchado, no son mala opción; pero con pantalón y botas de tacón, tampoco.

Color. Han llegado los días grises, pero no por eso nos debemos olvidar que el color y la alegría existen. ¿Por qué no probáis combinaciones que llamen la atención, como violeta y naranja, rojo intenso y verde, amarillo y verde…? Un jersey (tipo crop top) de lana, más pantalón de distinto tono al del jersey, pueden resultar atractivos y convertirse en outfits perfectos para otoño.

Cuadros. Una blazer o una chaqueta de cuadros, nunca está de más. Con camiseta básica o blusa, jeans y botines combinan muy bien. Si el bolso es de un tono que resalte en todo el conjunto, mejor.

Falda de tablas. Sí, de tablas (pero puede ser también lápiz, de estilo setentero…) irá perfecta con jersey de cuello alto y botas altas; con blusa de lazada, chaqueta tipo tweed, guantes y botas; con camisa denim, abrigo cruzado y cartera…

Sudadera. Es un básico, pero si tenéis alguna con cuentas de cristal (podéis ponerle algunos broches pequeños, también), resaltará sobre una camisa blanca y junto a una chaqueta azul marino.

Traje. El traje sastre (pantalón o falda) ha vuelto a ocupar su lugar. Liso o estampado, de chaqueta cruzada o con cinturón, cómo queráis… Con camisa, camiseta básica, jersey…

Trench. Las gabardinas de toda la vida quedan perfectas con jeans y zapatillas, pero con una blusa blanca, una falda, cartera y stilettos se transforman aún más.

Total look. Los looks de un mismo color no tienen por qué quedar mal. Son outfits perfectos para otoño. Se abusa mucho del negro, del blanco, pero también del gris. Los tonos camel y tierra no hay que dejarlos atrás.

¡Hasta pronto!

Fotografías: Pinterest y Unsplash

Outfits.

10 outfits perfectos para otoño, que no pasan de moda

¡Hola, hola!

No soy de nubes y de lluvia, pero ya iba pegando un cambio de tiempo en toda regla, al menos en el sur. No sé vosotros, pero yo estoy deseando ya empezar a usar cazadora, abrigo… (sin pasarnos de frío, ¿eh?, que aquí no hay término medio). Así que os traigo 10 outfits perfectos (y sencillos) para otoño, que no pasan de moda.

Lo sé, lo sé. Parece que os tengo abandonadas a vosotras, pero todo llegará. De todas formas, sé que me leéis y que, tomáis buena nota de mis consejos para vuestros chicos. ¡Mil gracias, de verdad!

Abrigo. El camel (gris, azul o negro) es un clásico que no falla. Con jeans, camisa blanca y chaleco acolchado o de lana, más botas; chinos, jersey básico o sudadera y zapatillas; total look denim; camiseta básica, cazadora vaquera clásica y pantalón cargo (con bolsillos en las piernas)… Seguid sumando, que hay mil posibilidades.

Americana. Se lleva mucho el estampado pata de gallo, pero en vez del blanco y negro-gris, optad por una de tonos marrones. Con camisa denim, corbata de lana de tonos parecidos a la chaqueta, jeans-chinos-pantalón gris oscuro, botines de piel y fular.

Cazadora. La vaquera (con borreguito) es top. Con jersey estampado y pantalón verde caqui, perfecta.

Cuello alto. Un jersey básico de cuello alto, jeans y americana siempre es elegante.

Denim. Una camisa denim y pantalón del mismo tejido nunca son mala opción. Si los unimos a un cárdigan o chaleco de lana estampado, y a una blazer de tonos tierra, que contraste, mejor aún.

Étnico. Empezamos a verlos en prendas de abrigo (antes sólo estaban presentes en complementos, chalecos o calzado, por ejemplo) hace unas temporadas y cada vez gusta más. La propuesta pasa por una camiseta básica oscura, pantalón blanco, botines camel de piel (o zapatillas de tonos burdeos, azules o verde caqui), cazadora vaquera y abrigo o cárdigan estampado. ¡Súper!

Sudadera. Camisa azul, sudadera con capucha, chinos tonos tierra (puede ser azul) o jeans, más abrigo de corte militar.

Tartán. Un pantalón de tartán escocés sigue siendo especial. Con camisa blanca o rayas azules, corbata de lana y americana azules, resultan muy elegantes. Con camisa blanca, cazadora vaquera y zapatillas blancas, igual o más.

Trench. Las gabardinas se han vuelto más sofisticadas que nunca. Si las tradicionales han enamorado siempre, las de tono caqui, azul, rojo… mucho más. Con jeans, camiseta o camisa y zapatillas, dará muy buen resultado.

Total look. Los total looks (apuesta a un mismo tono) son muy elegantes. Tendemos a elegir total looks azul, burdeos, negro o tonos tierra, pero el gris es perfecto. Jersey de cuello alto, pantalón de vestir y abrigo, todo del mismo tono, quedarán estupendos.

Espero que os sirvan éstas y otras ideas (consejos y outfits perfectos). Animaos, experimentad y contadme el resultado. Tenéis más looks, y mi día a día, en mi cuenta de Instagram: @luque_shop.

¡Hasta pronto!

Fotografías: Pinterest y Unsplash

Look.

Cuatro looks (con básicos de armario), en un mismo outfit

¡Hola, hola!

Cada vez que me encuentro frente a frente con un cliente o imparto alguna acción formativa sobre imagen, hago hincapié en la importancia de los básicos de armario para poder jugar y crear numerosas propuestas, ya sea para acudir a una reunión de trabajo, a tomar un café con amigos o a una cena formal. Mi look de hoy (os iré presentando más propuestas), lo demuestra: cuatro looks, en un mismo outfit.

¿Cuatro en uno? Sí, y sirven para distintos momentos del año. Os lo demuestro:

Número 1: Camisa blanca (imprescindible siempre, siempre, siempre, always, forever and ever -a ver si así se entiende mejor-), con pantalón azul marino (tiene algunos toques en celeste, en forma de pequeños lunares). El cinturón, con tonos turquesa, rojo, gris, blanco y negro (estampado étnico), resaltará, al igual que unas Converse vaqueras (denim). Sencillo, pero con un toque…

Número 2: Camisa blanca (ésta es de Pedro del Hierro), pantalón azul marino (Benetton), mismo cinturón, mismas Converse, pero con fular (es de Menco, un espacio en el centro de Sevilla más que recomendable) en tonos tierra, azul, rojo y burdeos. Transformamos el número 1.

Número 3: Camisa blanca, pantalón azul marino, mismo cinturón, mismas Converse, mismo fular, pero rematamos con cazadora vaquera (denim). Nunca he dejado de utilizarla, ni cuando «no se llevaba» hace unos años. Ahora regresan con más fuerza, así que mucho mejor (ésta tiene más de diez años, es de Titto Bluni, y está exactamente igual que el primer día).

Número 4: Camisa blanca, pantalón azul marino, mismo cinturón y fular, misma cazadora vaquera y mismas Converse, pero añadimos una chaqueta de estilo militar (es de H&M), color verde, que resalta sobre blanco, denim y azul marino, y que contrasta perfectamente bien con los tonos rojo y burdeos.

¿Veis? Cuatro looks en un mismo outfit, utilizando básicos de armario; básicos de armario de líneas clásicas, pero actuales, que si son de calidad (sólo hay que cuidar lo que se compra, siguiendo los consejos de limpieza, por ejemplo) nos durarán unos cuantos años.

Tenéis más contenidos en moda en mi fan page de Facebook (Luque Personal Shopper). Y podéis seguir mi día a día en mi perfil de Instagram (@luque_shop).

¡Hasta pronto!

Fotografías: Nuria Cabrera (El diario de Nuny)

Look.

Otoño: Príncipe de Gales y pata de gallo

¡Hola, hola! ¡He vuelto!

La parada técnica (verano) para recargar pilas se ha prolongado más de la cuenta. Mi vuelta a la normalidad fue un no parar: reuniones, preparación de nuevas propuestas (en mi agencia), eventos… Además, me planteé seriamente dejar el blog. Ofrecer un buen trabajo en él requiere tiempo, ideas, preparación de contenidos… Y vivimos en una época en la que parece que se le da más importancia a un perfil con muchos seguidores, aunque no comunique bien y escriba «haber si nos vemos», «asín», «e hestado» o «fui a berte» (todos casos muy, muy reales).

Pero aquí estoy, dispuesto a seguir y a ofrecer nuevos reportajes. Para ‘reestrenarme’, y ya que vino el frío de golpe, os traigo algunas tendencias para vosotros. Y es que el otoño se presenta estampado: Príncipe de Gales y pata de gallo.

Os estoy esperando… Sí, sí, esos tejidos que «eran de abuelos» o «de rancios y antiguos»… Si hubiera contado en estos años (y cobrado) cada vez que he oído algo así, ahora estaría en las Maldivas… No hay que confundir clásico con antiguo. Son tejidos con una larga trayectoria en la historia del armario masculino, y ya hemos visto que, antes o después, todo vuelve.

Nacieron a finales de siglo XIX, pero se convirtieron en indispensables de los «gentleman» a partir de la segunda-tercera década del XX. Luego saltarían también al vestuario de ellas. Se pensaron para formar parte de uniformes de trabajo o de ropa deportiva (golf), pero poco a poco pasaron a ser empleados en trajes, americanas y abrigos.

Ahora, los tenemos en camisas, jerseys, camisetas, cazadoras, chalecos, calzado (deportivas, por ejemplo) y otros complementos (mochilas, pañuelos, bufandas…) y a prendas de gala (esmoquin y chaqué).

Opciones

Si sois amantes de la sastrería, un traje de dos o tres piezas quedará impecable, pero si habitualmente apostáis por looks más deportivos, igual vuestra opción es un abrigo: con un total look denim; con pantalón cargo (verde militar o caqui), sudadera y zapatillas… quedará  más que genial. Además, si tenéis que acudir a alguna reunión de trabajo o evento más formal, os servirá sobre una americana.

Otra opción es apostar por una blazer o una americana (para looks deportivos o no); por una americana y chaleco del mismo estampado (podremos usarlos juntos o por separado); o, simplemente, por un pantalón en alguno de estos tejidos. Con jersey de cuello alto y botines de piel quedará un outfit con mucho estilo, igual que con zapatillas blancas, camiseta básica y cazadora vaquera.

La cuestión es probar. Siempre lo digo: antes de comprar, pensad qué tenéis en el armario y cómo lo podréis combinar, para, a partir de ahí, crear distintos looks y experimentar. ¡Animaos!

¡Hasta pronto!

Fotografías: Pinterest y Unplash 

Imprescindibles.

10 imprescindibles del verano 2019 (ellas)

Ahora sí que sí. Día 31 de julio: carreteras llenas. Unos vuelven a las ciudades; otros emprenden camino a la costa o la montaña. Y algunos otros, como yo, ya tenemos montado nuestro cuartel general de verano para descansar mucho, recargar pilas pero también para seguir planificando todo lo que está por venir, aunque con mucho flow y a un ritmo más slowHace unos días os aconsejaba a vosotros; ahora les toca a ellas, así que vamos con los 10 imprescindibles del verano 2019 (ellas).

DENIM

Cazadora vaquera, para combinar con vestidos, tops… Los pantalones, al tobillo, da igual si van con converse o sandalias. ¡Ah! Y si encima tienen rotos (se vuelven a llevar), mejor. Con camiseta blanca y collar metálico, buena opción; con tops lenceros, asimétricos, de transparencias, también…

FLORES

Un top, una blusa o un vestido de estampado floral (de tipo camisero) es buena opción para día o noche. Con zapatillas o sandalias planas, y bolso de rafia, es el must de los must (hay que tenerlo, sí o sí). Pero también va genial con cartera o clutch, sandalias de tacón, brazaletes y pendientes.

MANGAS ABULLONADAS

La estrella del verano 2019. Si habéis conseguido una blusa o vestido con estas mangas, ¡enhorabuena! ¡Vuelan! Este toque ochentero va a hacer furor ahora y tras las vacaciones.

NARANJA

Junto a amarillo, blanco, negro y azul marino (cómo no) son la apuesta de este verano.

LENTEJUELAS

Sacadlas, pero ¡¡ya!! Adiós a la vergüenza; con la piel bronceada, el resultado será espectacular. Tops, faldas midi (se llevan muchísimo), mini, vestidos (cortos y largos), pantalones, chaquetas, riñoneras… Las lentejuelas (o paillettes) quieren recuperar su trono.

PAÑUELO

Si os gustan, han pasado a ser la pieza del verano 2019 para adornar bolso, muñeca y, sobre todo, el cabello, en forma de lazo. Los estampados, los mejores.

PENDIENTES XXL 

Grandes no, enormes. Eso sí, si optáis por ellos, cuidado con los estampados o el resto de los complementos que escojáis para que el resultado no sea excesivo ni recargadísimo.

RAYAS VERTICALES

No podían faltar: las que más, las azules, combinadas con blanco. Camisetas, blusas, pantalones, tops, chaquetas, vestidos… Las que queráis, y cómo queráis.

SUDADERA

Tampoco debería faltar en vuestras maletas. La gris o azul, clásicas, nunca van mal con jeans, pero tampoco con falda. Pero si encontráis alguna amarilla o naranja, entonces el triunfo será doble.

VESTIDO BLANCO

De encaje, de estilo boho, cortos, con detalles en el pecho, mangas… Es el rey de la estación. Con sandalias planas, sombrero, turbante, cazadora vaquera… Las posibilidades de looks son muy numerosas.

Espero que os gusten estas ideas-looks, igual que todas las que os he ido dejando aquí durante estos meses. Me despido por unos días, pero regreso en septiembre para seguir ofreciendo lo mejor de mí.

¡Buen agosto! ¡Sed muy felices!

Fotografías: Pinterest y Unsplash

Blog.

¿Sabrías cuál es tu talla real? Porque yo no…

Nos acercamos a finales de mes. La costa empieza a llamarme, pero aún sigo por aquí. Sabéis que siempre me gusta escribir de moda, ofrecer consejos, looks… Sin embargo, este post va a ser uno de los más personales que he escrito para el blog ¿Sabrías cuál es tu talla real? Porque yo no…

Parece sencillo. Pues… ERROR. Me entenderéis si leéis mi historia. Toda mi vida he luchado contra el peso. Recuerdo «las bromas» de algunos «compañeros» y «profesores» del colegio por ser gordito. El calificativo que más me dolió fue ‘bolita de queso’, regalo de una compañera muy delgada (entonces, claro) que hoy es profesora…

Mi madre, muy sabia, me llevó a un endocrino a los 10 años. Mi primera dieta, y sin tener que ponerle candado al frigorífico, como sugirió mi abuela paterna. Adelgacé, pero en la adolescencia no tuve la suerte de muchos y recuperé peso (me gusta comer, es cierto, pero me privo más de lo que la gente piensa).

A los 16 empecé con el deporte y llegué a la Universidad con una talla M-L (mido 1, 82 y soy de constitución fuerte-ancho). El turno de tarde me vino fatal y subí de peso: pasé de 110 kilos. A los 24-25 años (el amor nos deja hecho trizas a veces…) me apunté al gimnasio. Iba casi a diario y bajé más de 20 kilos, y así me he mantenido hasta que hace unos años quise cambiar mi vida, dejé el periódico y me metí de lleno, junto a Esther Parejo, en la creación de nuestra agencia.

¿Cómo podemos vender que lo importante es quererse como eres, sea como seas, y luego seguir permitiendo que nos sintamos mal con nosotros mismos por no tener una talla 38-40 y un cuerpo ‘perfecto’?

La ansiedad, la inseguridad por un nuevo proyecto… me llevaron a subir de peso, a no hacer tanto ejercicio como antes, y a engordar… Tanto, que no cabía en la mitad de mi armario. Me sentía mal, pero seguía comiendo con ansiedad, hasta que a primeros de este año mi fisioterapeuta me dijo que o me cuidaba o mis problemas de espalda empeorarían. Y en ello estoy: deporte, adelgazando… Todo para mejor, ¿verdad?

En mayo se casó mi único hermano ¿Y si os digo que me probé más de 40 trajes, de tallas que van de la 50 a la 62? En cada firma, una talla diferente, y hasta dos y tres diferentes, según el modelo… Ninguno me estaba bien: si me iba de hombros, de cintura, nada; si pasaba al contrario, de hombros, fatal; si la chaqueta quedaba bien, el pantalón era imposible…

¿Tan mal hecho estoy?

Lo pensé y lo he pensado un millón de veces ¿Cómo es posible que alguien pueda no saber cuál es su talla de verdad? Me sentí mal, muy mal, pero al final apareció el traje: una 54. «Tan mal no estoy». ¿Perfecto, verdad? Pues no…

Han llegado las rebajas, y ya con menos peso y volumen, y me he comprado varias cosas, por supuesto. Pero tengo pantalones nuevos, que van de la 44 a la 54, y miden lo mismo. Me he probado más de 15 americanas… Sólo una, talla 56-58, me estaba bien. ¿Cómo en una misma marca puede haber tres modelos de chaqueta con una talla distinta para una misma persona? ¿Cómo puede alguien tener 10 tallas de diferencia entre una marca y otra?

Hablamos de la importancia que tiene que las mujeres de tallas normales (42-44 en adelante) tengan por fin cabida en pasarelas, shootings y desfiles; de la importancia de que adolescentes y jóvenes aprendan a quererse para no caer en desórdenes alimenticios (anorexia y bulimia), pero los influencers son todos musculados, esculturales… Y luego, encima, salimos a comprar y nos encontramos con problemas como el que he tenido…

¿A qué jugamos? ¿Cómo podemos vender que hay que quererse como eres y seguir permitiendo que nos sintamos mal por no tener una 38-40 y un ‘cuerpo perfecto’? ¿Qué hace falta para despertar de una vez y empezar a actuar de otra manera?

Sólo sé que como yo hay miles de personas que se sienten mal al ir de compras; que creen que tienen un problema y luchan hasta la saciedad contra su peso, aguantando críticas, risas y bromas pesadas… Y todo porque no se piensa, de verdad, que hay que hacer patrones para todo tipo de personas, para todos, y no sólo para un grupo en concreto…

¡Hasta pronto!