Hace unas semanas os contaba cuáles iban a ser algunas de las tendencias estrella de estos meses. Y el bañador es un claro ganador. Si no habéis pisado aún la playa, ya me contaréis… No es que el biquini tenga los días contados (para nada), pero su hermano mayor ha vuelto y por la puerta grande. El bañador es la súper estrella del verano 2018.
En 2017 ya vimos que volvían a tener más protagonismo en alguna que otra colección, sobre todo, si llevaba algún mensaje y era de líneas sencillas (similares a los que utilizan las nadadoras). De hecho, los que recordaban a aquella mítica serie de los 90, Baywathc (Los vigilantes de la playa) fueron de los más vistos. Pero este año avanzamos mucho más.
No es que se hayan estilizado, es lo siguiente. Espalda, hombros y pecho se convierten aún en más en los protagonistas. ¿Por qué? Porque si este año apostáis por un bañador, hay que buscar que tenga detalles como volantes y hombros asimétricos, aparte de transparencias o detalles en encaje, por ejemplo.
En alguna que otra ocasión ya os he comentado que las prendas que busquemos deben ser versátiles para servir en numerosas ocasiones, formar parte de distintos looks. Pues bien, ese es el fin de la importante transformación que ha sufrido esta prenda. Deben servir para tomar el sol o un baño en la playa o la piscina, pero también para ir a una cena o para formar parte de un outfit diario.
Es decir, pueden actuar como body, a la vez que como bañador, de manera que se pueda llevar con culottes y stilettos, con jeans y cuñas, con maxifalda de tablas, sandalias y clutch, con mini y zapatillas de estilo deportivo…
Negro, empolvados, estampados
El negro es un claro triunfador, igual que las rayas verticales y horizontales, pero también se llevan colores empolvados, tonos como verde caqui, amarillo o rojo y, por supuesto, estampados tropicales, flores o motivos étnicos.
Ahora bien, lo primero es conocer nuestro cuerpo. Cuando vemos una editorial de moda en cualquier revista o red social, lo más normal es que todo lo que llevan las modelos les quede perfecto. Se busca que la imagen final sea impactante, bella y atractiva, de modo que se les ajusta la ropa con pinzas o alfileres de costura en la sesión de fotografía e, incluso, se retoca la imagen posteriormente con algún programa.
¿Qué quiero decir? Pues que si no estáis cómodas con un bañador de escote en uve, que muestre más de lo que os gustaría, no lo compréis. O que tampoco os coloquéis un modelo con volantes grandes si sois bajitas de estatura, porque el efecto que buscáis igual no es posible… No todas las tendencias deben quedar bien.
¡Hasta pronto!