Conocí fugazmente a Rafael Muñoz (lo seguía en redes sociales) en We love flamenco hace unos años. En mi última estancia en Madrid, logré entrevistarlo. Siempre lo he admirado por su conocimiento del sector de la moda y, sobre todo, por su profesionalidad, algo que reafirmé durante la hora y media larga que charlamos.
Muñoz, que dice ser «más andaluz que castellano», estudió Filología y en sus comienzos trabajó como traductor y realizando Press Book. Un día le ofrecieron trabajar en Gente en Cartelera, con José Toledo (TVE). Sus años en el programa le dejaron entrevistas con Rocío Jurado o Lola Flores, pero también con Paco Rabanne, Sybilla, Gianni Versace, Yves Saint Laurent, John Galliano (envidia total)…
La moda siempre le apasionó. En el instituto «iba por catálogos a las tiendas, dibujaba los diseños que veía…» Hoy Rafael Muñoz habla de moda en RTVE: cubre las grandes pasarelas y los eventos de moda más importantes de España y el exterior. «Me horroriza que me llamen experto en moda. Soy comunicador: me faltan horas para leer y aprender», dice.
¿Qué es la moda?
Desde Estados Unidos se vende solo como negocio, pero como profesional, me interesa su lado más cultural. Se tiende a la homogeneización, a que todos hagan lo mismo. Por eso, me apasionan Josep Font o Ágatha Ruiz de la Prada, que después de años siguen fieles a sus principios.
Es ridículo que la gente se muera por bolsos de lujo de firmas internacionales, que están hechos en Ubrique, y que, luego, no sean capaz de gastar en firmas de aquí
¿Hacia dónde va?
Estamos viviendo un cambio muy grande y no somos conscientes. Está ocurriendo como en los años 20, 60 y 80 del siglo pasado: la calle está marcando el estilo a los diseñadores, gracias a las redes sociales. La pasarela refleja o reinterpreta lo que se ve en la calle. Hay una generación que no puede etiquetarse de ninguna forma. Por eso me gusta que se juegue con los géneros, que haya desfiles mixtos…
¿Qué es lo que falta en la moda española?
Quitarnos los complejos. Hay que apoyar más a los creadores españoles. Es ridículo que la gente se muera por bolsos de lujo de firmas internacionales, que están hechos en Ubrique, y que, luego, no sean capaz de gastar en firmas de aquí. Me horrorizan los logos; me parece una paletada lo que está haciendo Dior, pero me encanta lo que hace Narciso Rodríguez. Me apasiona apoyar a la gente joven y ver qué hacen los consagrados. Hay gente joven muy, muy buena y necesitan apoyo.
¿Qué complejos?
Sabemos hacer las cosas bastante bien. Tenemos un talento excepcional. Balenciaga, considerado uno de los mejores diseñadores del mundo, era español. Tenemos cultura, diseño y en cada rincón de este país hay un artesano. Hay trabajos brutales, como, por ejemplo, el de Tolentino, con base en Sevilla. El problema es que a los medios nos bombardean con imágenes las firmas que pagan publicidad y las revistas se están convirtiendo en catálogos. Ese es el motivo por el que hay tanta gente que ha dejado de comprarlas y se ha pasado a los blogs y las redes sociales.
¿Cómo de importante ha sido la labor de los bloggers?
Han sido necesarios para democratizar la moda. El problema es que lo falso pasa factura. ¿Cuántos han comprado seguidores? Me horrorizan los blogs de famosos alojados en medios de comunicación serios y que están mal escritos, mal redactados… ¿Cuántas firmas les pagan por publicidad? Me parece una ridiculez que, por dinero, un día te digan que tal es top y al día siguiente, que tal otra. Valoro a quienes les gusta su opinión, pero al final, muchos desaparecerán y solo quedarán los verdaderamente serios. Estoy deseando que haya una ley que regule todo esto.
Hablemos de influencers e Instagram…
Todas las modas pasan. Igual que aparecieron los bloggers o los instagramers, aparecerán nuevas vías de comunicación. Internet nos ha cambiado la vida; las redes han hecho mucho por la moda. El fenómeno influencer existe desde los años 20 y hay que darle la importancia justa. Sin embargo, se les está dando demasiada: compramos algo porque lo lleva tal… Y nos estamos alienando. La moda es una forma de expresión…
¿Qué hacemos entonces con sus seguidores?
Cuantos más años tienes, más te conoces y consumes de forma distinta. Construyes mejor el fondo de armario. No obstante, en mi caso, aun cuando era joven, prefería ahorrar para comprar algo bueno. Ahora compro prendas lisas; y me siento orgulloso si alguien me pregunta por algo que llevo y puedo decir que es de un diseñador español.
¿Y las firmas low cost?
Soy consciente de que soy un auténtico privilegiado: nunca me han interesado. Eso sí, son absolutamente necesarias, porque hay quienes no tienen más posibilidades de acceder a la moda.
Fotos: César Vallejo
¡Hasta pronto!