Diamantes.

Aristocrazy: Asana, los diamantes son para siempre

Los diamantes han sido una de las piedras preciosas más codiciadas durante siglos. Marilyn Monroe los inmortalizó en su mítica Diamonds are a girls best friend; y durante años han sido símbolo de amor, en forma de anillo. Ya no hay que esperar que nadie los regale y, menos, a casarse para lucirlos. Aristocrazy sabe que un diamante es para siempre, pero lo ha querido actualizar y rejuvenecer con Asana, convirtiéndolo en el símbolo de la mujer segura, independiente y arriesgada de hoy, al hacerlo piercing.

Asana es una colección que se inspira en la India (en ese halo de espiritualidad que envuelve la cultura hindú) y la joyería tradicional. Está formada por colgantes y anillos, pero, sobre todo, por piercings muy sofisticados, en los que se unen oro amarillo u oro radiado (nueve kilates en cada caso) con el brillo de los diamantes.

El pasado mes de noviembre, la tienda de Aristocrazy de la calle Serrano de Madrid se unió al estudio de tatuajes y piercings Customizarte, de la conocida tatuadora María Cabañas, y logró que un total de 120 personas sucumbieran al poder de las nuevas piezas, apostando por realizarse un piercing en la oreja, desde el lóbulo hasta la parte más alta del cartílago.

Proceso rápido

Lo revolucionario es que, además de poder lucirlo en distintos puntos, ha sabido crear un pendiente que permite realizar el piercing directamente, sin necesidad de tener que utilizar durante un tiempo el pendiente medicinal habitual. Llegas, lo haces y sales con tu pieza de joyería.

Blanca Suárez, Cari Lapique y su hija Cari Goyanes, o María Fitz-James Stuart fueron algunos de los rostros conocidos que pasaron por Aristocrazy durante los tres días que duró el evento en Madrid y apostaron por un piercing para lucir una estas nuevas piezas.

Dado el éxito, Aristocrazy ha repetido… Hace tan solo unos días, su tienda de Córdoba acogió un evento muy similar… Había que coger cita. Parece ser que no va a ser el último… ¿Te apuntas?

Fotos: Aristocrazy

García.

Antonio García: Femenino Singular

El tándem que forman los hermanos Antonio y Fernando García lleva años demostrando que el trabajo bien hecho, el buen gusto y la elegancia no están reñidas con la personalidad o con ser fiel a tus principios. Femenino Singular, su colección primavera-verano 2018 es solo un claro ejemplo de quienes son, de lo que son capaces de hacer y de hacia dónde se dirige esta firma sevillana.

En un mundo cada vez más globalizado, la singularidad, lo único, es un valor que está en alza. Tener personalidad significa marcar la diferencia. Pero cuidado, porque personalidad no es sinónimo de exceso o excentricidad, como estamos acostumbrados a ver últimamente.

La mujer para la que diseñan es femenina, inquieta y segura de lo que busca y de lo que quiere. Destaca siempre, pero nunca por exceso, sino por todo lo contario: por aquello del ‘menos es más’.

Líneas sencillas, nuevas y actuales, pero en las que se puede reconocer un lenguaje clásico. La personalidad despunta en las formas, siluetas y, sobre todo, en el color de Femenino Singular. Azul marino, petróleo, verde oliva, esmeralda, celeste turquesa, cielo, amarillo mostaza, coral, maquillaje, fresa, marfil y negro componen la paleta.

Femenino Singular es un viaje por la moda del siglo XX. Sus maxivestidos, faldas, blusas, abrigos y pantalones nos hacen recordar a grandes iconos del sector del pasado siglo, cuyos patrones destilaban elegancia y hermosura. Solo hay que elegir uno de los diseños y dejar que la mente haga el resto.

Mangas con muchísima personalidad, vestidos con vuelo, faldas que al moverse derrochan estilo… Todo en esta colección habla de personalidad, de quienes la lucen y de quienes la han diseñado, hasta los propios tejidos: gazar de seda, lino, gasas, crepés, gasas lacadas, pailletes

La calidad de su trabajo es digna de admiración. Por eso hay algo que no entiendo: ¿Cómo es posible que Antonio García no esté desde hace años en la Mercedes Benz-Fashion Week de Madrid? Que alguien me lo explique…

¡Hasta pronto!

Bazarot.

Sakura: el viaje de Patricia Bazarot a Japón

Patricia Bazarot es una de las diseñadoras que he visto crecer. Su carrera y la mía como periodista, personal shopper y blogger (entre otras facetas) parece que han ido a la par. Ha ido poco a poco, dando pasos, pequeños, pero seguros. Y sorprendiendo con cada trabajo. Su última colección une la elegancia y exquisitez oriental con la pasión del flamenco. Sakura es el viaje de Patricia Bazarot a Japón.

El país nipón le enamoró e inspiró durante un viaje. La belleza de la flor del cerezo, protagonista de la tradicional fiesta Hanami, le impresionó. Tanto, que a partir de ahora quedará unida a su carrera profesional. Y es que forma parte de espaldas y faldas en forma de bordado 3-D, combinados con lunares XL en polipiel y neopreno en esta colección.

Blanco, negro, rosa maquillaje y dorado, celeste y rosa, plata y rojo (en honor a la estética tradicional nipona), verde agua o amarillo pastel (presente en alguna que otra de sus colecciones) son algunos de los tonos elegidos para dar forma a trajes de volantes y mangas largas; a chaquetas tipo kimono, que pueden utilizarse con jeans, pitillos o faldas lápiz en cualquier momento; y a pitillos con sobrefalda abierta y cola.

Volantes de capa, escotes cerrados… Y en la cintura, fajines y cinturones metálicos que evocan a geishas y samuráis. Las 20 creaciones que componen Sakura unen en un mismo patrón la delicadeza de geishas, con la fuerza del samurái y la pasión del flamenco.

Orquídeas

Orquídeas y pai pais en lugar de rosas y peinecillos completaban el look de las flamencas orientales de Bazarot, ataviadas siempre con complementos de Lamágora: pendientes en papel con dibujos y estampados inspirados en Japón.

La escenografía creada por la Escuela de Arte de Sevilla (árboles del cerezo en flor y proyección con imágenes de jardines y pagodas orientales) ayudó al público del Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof 2018), donde se presentó Sakura, a viajar y soñar con ese bello país al que estoy deseando viajar.

Me gusta el trabajo bien hecho, pero, sobre todo, las buenas personas. Un profesional que no es ante todo buena persona no me enseña nada. Será por eso que admiro a Patricia Bazarot. Sigue siendo como el primer día que la conocí, solo que con más fuerza como diseñadora.

Fotos: Jesús Amarillo

¡Hasta pronto!

Lina.

Un ‘Río de Rosas’, amor y pureza by Lina1960

En la Sevilla del siglo XVI, ahora en boga por la serie La Peste, se puso muy de moda un dicho: «Quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla». Pues quien no conoce Lina1960, tampoco la ha visto. Un Río de Rosas, la nueva colección de la decana y maestra en la moda flamenca, habla de amor, pureza, respeto y admiración al traje de flamenca, la artesanía y el buen hacer.

Las rosas, esa flor que es sentimiento, belleza, sensualidad, armonía, paz y alegría, y en forma de color, una de las señas de identidad de la firma; y el río, tan importante en Sevilla (Guadalquivir), símbolo de vida, comunicación e historia, inauguraron la pasarela del XXIV Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof 2018).

Rocío y Mila Montero siguen el camino que marcaron sus padres (Francisco Montero y Lina Fernández): mimar cada detalle y apostar por la artesanía, por lo hecho a mano con pasión, delicadeza y dedicación.

Río de Rosas son 37 creaciones, divididas en dos partes: Lina Esencial, patrones y formas clásicas de la casa; y Lina Colección, tendencias y vanguardia. Por eso, hay trajes de una pieza y conjuntos de blusas de gasa, brocadas o perforadas, con encajes y flores bordadas (muy versátiles, para vestir en infinidad de ocasiones) y faldas de talle alto.

Hay escotes a la caja o en pico; mangas en forma de flor, al codo, abullonadas y rematadas con organdí, como sus enaguas (marca de la casa), adornadas con pasacintas, tiras bordadas o encaje de bolillo para aportar vuelo y prestancia. En Río de Rosas, los volantes son pequeños, medianos o maxi (asimétricos, fruncidos y tableados); hay vestidos lisos y creaciones, en los que es fundamental la mezcla de estampados, con colores lisos y lunares.

Popelín, seda, bastista…

En cuanto a tejidos (muchos, creados en exclusiva para la firma), destacan algodón, popelín, seda, batista perforada, crespón, brocado, gasas, organza, tafetán y raso de algodón. Mientras, la paleta de color va desde los clásicos rojo, blanco y negro al rosa (del palo al salmón), azul (en diferentes vertientes), verde, burdeos o beige.

En las colecciones de Lina1960 nunca faltan los mantones confeccionados a mano (lisos o bordados), que este año incorporan lazos bordados en dos colores a sus flores; cinturones y fajines, de raso o bordados en seda y acabados en lazos con madroños: ni unos buenos pendientes, en este caso aros metálicos con rosas, firmados por Benjamín Bulnes.

Fotos: Cien x Cien Estudio (campaña) / Chema Soler (desfile)

¡Hasta pronto!