Juan Manuel Delgado Pérez es de Aracena (Huelva) y tiene 27 años. Estudió Administración y Finanzas, y, mientras lo hacía, trabajaba para convertir su sueño en realidad: estudiar diseño de moda. En 2016 se trasladó a Sevilla para lograrlo. Juan Manolo, como ya se le conoce en el sector de la moda flamenca, cree que «es hora de apostar por lo nuestro; de sacar la moda flamenca a la calle».
En su primer año de estudios ganó el concurso convocado por su escuela para hacer un traje sin tejido. Su creación, a base de cuerdas y espigas, con el que recordaba a su abuelo y sus historias en el campo, del cultivo del trigo, convenció. En su segundo año se presentó al concurso de noveles de Doñana D’ Flamenca y consiguió la mención especial.
En 2019 acabó diseño y empezó a hacer prácticas en el taller de Cristina García y allí estuvo trabajando hasta que lo escogieron en el programa Aguja Flamenca, que le cambió la vida. El 4 de febrero presentaba su primera colección como profesional en Simof 2022.
¿Qué es la moda para ti?
Es mi forma de vida. He hecho que la moda sea mi profesión y trato de vivir de ello. Dicen ‘trabaja en lo que te gusta y no trabajarás nunca’. Es cierto, aunque, como en todo, hay agobios, cansancio… Pero siempre queda la ilusión para seguir hacia delante.
¿Y la moda flamenca?
Es nuestro sello de identidad, por lo que nos damos a conocer; son nuestras raíces, nuestras costumbres. Pero no deja de ser moda, y por eso genera lo que genera y mueve lo que mueve.
¿Por qué hay que apostar por este sector?
Por este sector y por todo lo que sea nuestro. Si no lo vendemos nosotros, que somos los que lo hacemos, y nos quedamos de brazos cruzados, no va a venir nadie a hacerlo. Las grandes firmas beben de nuestra cultura, se quedan asombrados con nuestra moda flamenca y la incluyen en las pasarelas más importantes, pero a la hora de la verdad, nosotros, que somos los que deberíamos llevarla a todos sitios, nos quedamos retraídos.
Es lo que más me choca del sector. Habría que movilizarse, ir todos a unas, dejando tonterías y querer colgarse medallas, y más después de todo lo que hemos vivido y lo que nos quedará por pasar. Si no nos unimos, no llegaremos a nada.
El sector ha estado bajo mínimos estos dos últimos años, pero vuelve con fuerza. ¿Cómo hay que apoyarlo?
Tras dos años incertidumbre, es hora de echarnos a la calle, siempre con precaución. Es hora de apostar por lo nuestro, de sacar la moda flamenca a la calle; va siendo hora de que disfrutemos. Tenemos que acostumbrarnos a esto (a la situación que estamos viviendo tras la aparición de Covid-19), porque ha venido para quedarse, pero tenemos que movernos y volver a lo que viene siendo nuestra vida anterior.
Aguja Flamenca… ¿Qué supuso para ti?
Fue una experiencia muy bonita, que tuvo sus luces y sus sombras, pero volvería a repetirla. Me ha abierto muchísimas puertas y conseguí lo que quería: desfilar en Simof, uno de los sueños de mi vida. Hasta hoy, el día más feliz de mi vida fue el 4 de febrero, al presentar mi primera colección como profesional.
El programa me sirvió de trampolín, me dio a conocer mucho y me hizo valorar aún más mi trabajo.
¿Qué vamos a ver de Juan Manolo a partir de ahora?
Tengo muchísimas ganas de trabajar. Espero que todo esto solo haya sido el inicio de un camino profesional. Me encantaría coger mi sitio y poder decir ‘soy Juan Manolo: este es mi estilo y mi forma de trabajar’ y quedarme.
También me gustaría llevar la moda flamenca más allá de nuestras fronteras. En la vida hay que ser ambicioso: me encantaría que mis volantes y mi forma de interpretar la moda no se quedaran solo en Andalucía.
No podemos seguir esperando a que otros vengan a beber de nuestras raíces. Tenemos que ser los que nos impongamos y digamos ‘esta es la marca Andalucía y somos referentes mundiales en cuanto a moda’.
Fotos: desfile de presentación de su colección en Simof 2022.