¡Hola de nuevo!
Este post no va de recomendaciones, looks, consejos o tendencias… Va de cómo me hacen sentir últimamente las marcas y firmas a las que normalmente acudimos la inmensa mayoría para vestirnos a diario. Estoy indignado con el «rollazo» de las tallas actuales.
Adiós a mi armario casi por completo
Os cuento. Hace un año, después de los efectos de la pandemia y por mis problemas de espalda (ahora por fin sé qué tengo) volví a hacer deporte. Esta vez, en un centro especializado en entrenamiento personal. Comencé a bajar de peso, pero a la vez comencé a ganar musculatura. Resultado: adiós a mi armario casi por completo.
Al fortalecer hombros, espalda, brazos y piernas casi todo lo que tenía (camisas, chaquetas, abrigos e, incluso, pantalones) se me han ido quedando estrechos… La mayor limpieza de armario desde hacía casi 20 años. Me ha tocado renovar armario.
Hasta ahí todo normal. Lo que no ha ido tan bien ha sido el momento compras. ¿Cómo es posible que teniendo en el armario pantalones de una talla en concreto, que me sigo poniendo, ahora sólo me queden bien los de tres o cuatro tallas mayores, si es que hay, en la misma firma que los diseñó? ¿Es cosa de magia? ¿No existe talla para mí?
A dieta constante por las tallas actuales
A ver, no voy a negar que los fines de semana, si se tercia, no me privo de nada, pero tampoco es que me coma 15 mamuts y 18 morsas pardas del tirón. Es más: vivo desde hace años en una constante dieta, porque los que tenemos tendencia a engordar, sobre todo si además hay picos de ansiedad (en estos dos últimos años no se ha salvado de ella ni uno, por cierto), sabemos lo que es eso.
Pues ya os digo que NO hay talla para mí en la gran mayoría de firmas que se os están pasando por la cabeza. Llevo desde primeros de mes buscando americana y un traje para una boda, que, por supuesto, no he encontrado. He ido a todo lo habido y por haber (grandes almacenes, firmas andaluzas muy conocidas… Todo lo que puedo dentro de mi presupuesto, que tampoco es malo, pero hacerte todo a medida no es viable). Sólo he encontrado una americana y casi por suerte.
Lo siento, pero las tallas, los patrones, ¡no son reales! ¿Cómo es posible que una prenda sea de una talla en una firma y de dos o tres más en otra, cuando tienen las medidas? No es normal.
Luego no queremos que los jóvenes y no tan jóvenes sufran trastornos alimenticios. Mucho «abogar» por la diversidad de cuerpos, por «normalizar» las curvas… pero la realidad sigue siendo la misma: hacer sentir mal a mucha gente. Y a las pruebas me remito. Y ojo que no soy el único con problemas de este tipo. Conozco bastantes casos de chicos y chicas con talla pequeña que o tienen que acudir a ropa de niño o arreglar lo poco que encuentran. Y de chicos y chicas de más de 1,90, corpulentos y no tanto, para los que las tallas actuales se quedan «cortas» de manga o pierna… Hay de todo y mucho.
Va siendo hora de arreglar esto de una vez, ¿no?
¿Qué opináis? Os leo
Buenas. Yo lo resumo en pocas palabras: cuando comprarte unas simples bragas te genera ansiedad. Es criminal el mercadeo con las tallas y para aquel o aquella que esté pensando en : adelgaza, que es más sano, le digo : Y mientras adelgazo… ¿Con qué se supone debo vestirme mientras adelgazo?