Mayo, junio, julio y agosto son sinónimo de mar, piscina, viajes… pero también de bodas. El que los días cuenten con más horas de luz y haya periodos vacacionales cercanos animan a muchos a celebrarlas. Así que, como estoy recibiendo diversas consultas, vamos con consejos (y 7 propuestas) para bodas de verano (ellos).
Como al redactar cualquier noticia, antes de elegir un buen look hay que responder las 5 w: qué, cuándo, dónde, quién y por qué.
- ¿Qué tipo de boda es? ¿Hay algún protocolo específico? Si los novios lo indican en la invitación hay que cumplirlo (chaqué, esmoquin, media etiqueta, gala, boda informal…)
- ¿Cuándo es? ¿Día o noche? Igual un traje negro, con camisa blanca y corbata negra es muy elegante, pero para la noche, no para una boda a las 13.00 h, un sábado de julio.
- ¿Dónde se celebra? ¿Hacienda, playa? Eso nos puede dar muchas más pistas para seleccionar el outfit perfecto con el que estemos cómodos.
- ¿Quién se casa? ¿Un conocido, un gran amigo o un hermano? No es lo mismo ser testigo en la boda de un hermano, que sólo estar invitado a la boda de un conocido.
- ¿Por qué estoy invitado? Puede ser la boda de un amigo al que no ves hace mucho, pero que está deseando contar contigo, por ejemplo. Así que, aunque te encanten los jeans, zapas y camisetas, igual no es lo más idóneo.
Una vez respondidas esas preguntas, y sabiendo que un traje blanco, por muy elegante que sea, no será opción, a menos que haya petición expresa por parte de los novios (dress code), veamos las propuestas para bodas de verano:
Azul. Un traje azul marino, con camisa blanca, pañuelo blanco o de color en la solapa, más mocasín de ante, es perfecto. Pero con camisa celeste o de rayas azules y corbata en tonos que casen, también. Clásico, pero nunca falla.
Estampado. Cuadro ventana, Príncipe de Gales, espiga… Hay una inmensa variedad de estampados para trajes (de dos y tres piezas) que, hasta podemos combinar con un chaleco de color, por ejemplo. Ante la duda, camisa blanca.
Gris. Otro clásico, que tampoco falla. Pero es verano, así que ¿por qué no un traje gris claro, de raya diplomática o cuadros, camisa blanca y corbata y mocasines de ante del mismo tono que el traje? Igual hasta te sorprendes a ti mismo, además de al resto de invitados. Si estamos bronceados, mucho mejor, más contraste con el gris.
Lino. Un traje de lino puede ser muy buena compra, pues usaremos sus piezas en conjunto o por separado en otros looks. Traje azul oscuro y camisa del mismo tono, junto a zapatos de doble hebilla, no está mal para bodas de verano. Pero va igual de bien con camisa de rayas, gemelos, corbata y pañuelo de color, más mocasín.
Tres piezas. Un acierto. No sólo hay azul y gris, la gama de azules es amplia. ¿Celeste? Para una boda de verano de día, puede ser perfecto, en función de cómo se combine.
Verde. Sí, verde. Luego estáis con la cantinela de que soy muy clásico, pero me encanta el verde, el cereza, burdeos… Trajes así, con camisa blanca o azul, más zapato tipo Derby–Oxford, de hebillas o mocasín, son grandes apuestas más.
Fotografías: Pinterest y Unplash
¡Hasta pronto!